Colombia Tech Fest fue un evento lleno de experiencias y personalidades increíbles de todas las industrias, un espacio que unió startups en crecimiento, empresas globales, empresarios, entusiastas y gobernantes. En todo momento pude sentir que estaba rodeado por gente que compartía esas mismas ansias de crear y hacer cosas grandes, de intercambiar pensamientos e ideas con una comunidad que buscaba exactamente lo mismo.
Fue un espacio donde estas personalidades, desde el fondo, nos permitieron conectar y formar parte de sus experiencias más íntimas, como la de emprender cuando incluso les dijeron que estaban locos para lanzarse a crear algo así. Me quedó grabada la historia del momento en que su madre le dice a Daniel Bilbao, hoy Founder & CEO de Truora:
“¿Cómo va a apoyar a su hermano en esa locura? ¿Es que usted acaso en el futuro le va a mantener los hijos?”
Una reacción desde el instinto de protección hacia lo que en su momento parecía algo loco y fuera de lo común. Pero eso no impidio que Daniel Bilbao y Andrés Bilbao se convirtieran en una historia de éxito para colombia, y Rappi en el unicornio que es hoy.
Pensando en los más jóvenes que muchas veces se sienten perdidos y desesperanzados del futuro, esto es una invitación a que:
“No tienen que ser unos seres humanos excepcionales, ustedes también pueden hacer cosas grandes”.
En un contexto donde estamos rodeados de noticias desalentadoras —desempleo, atentados, corrupción—, no todo está mal. No podemos desconocer la realidad, pero tampoco nos podemos quedar ahí. He podido conocer jóvenes del Cauca y del Chocó, y me inspira ver cómo sigue habiendo jóvenes con tanto espíritu de salir adelante.
Ese es el espíritu que necesita Colombia.
Con tantas experiencias compartidas e historias contadas, me siento orgulloso de ser colombiano y convencido de lo que somos capaces de lograr. En medio de todas estas reflexiones, se me viene una frase que dijo Marcela Torres, CEO de NU Colombia, y que resume perfectamente esta mentalidad:
“Uno controla lo que uno controla y hay que hacer lo mejor que se puede con lo que se tiene”.
Porque si estas personas se hubieran quedado preocupadas por las cosas que no estaban bajo su control, probablemente no hubieran hecho las cosas que hicieron y no estarían acá compartiendo sus experiencias. En cambio, tomaron lo que tenían e hicieron lo mejor posible con esas herramientas, y eso fue precisamente lo que dio vida a sus historias de éxito. Por supuesto, también hubo historias de malas decisiones y momentos difíciles, pero la diferencia estuvo en cómo enfocaron su energía.
Y si hablamos de historias que inspiran, cabe también destacar a esas mujeres protagonistas de este evento: Marcela Torres CEO de NU Colombia, Carolina Pineda cofundadora de Mis Propias Finanzas, Paula Bárcenas General Manager TikTok región Andina, Adriana Cárdenas Country Manager de Visa, y muchas más mujeres que hicieron parte de este evento.
Mujeres que se han convertido en esa voz que inspira a toda una región, líderes que demuestran con cada decisión cómo se transforma una cultura cada vez menos machista. Sus historias no solo abren camino para otras mujeres, sino que inspiran a toda una generación a creer en las posibilidades.
También, ¿cómo no íbamos a hablar de la inteligencia artificial? Desde hace un tiempo no se ha dejado de hablar de ello. Es una herramienta que ha llegado con un gran impacto y que no para de generar conversaciones constantemente.
Como lo dijo John Arias, director de Visa Consulting & Analytics:
La inteligencia artificial puede ser tomada como una herramienta que reemplaza o como una herramienta que aumenta a la gente.
Es algo con lo que estoy totalmente de acuerdo. Además, siendo explosiva la adopción que está teniendo —cuando hasta el 70% de las empresas ya están explorando cómo integrar AI en sus procesos—, su reflexión fue clara: podemos usarla o quedarnos atrás.
Mi reflexión despues de este evento es que la capacidad de emprender y crear cosas disruptivas deriva de arriesgarse a hacer lo que otros no hacen, de ver el futuro con esperanza y una visión positiva, que también se vale soñar en grande y que las empresas y el Estado son dos grandes motores para avanzar hacia un país que todos deseamos.
Desde el colombiano de a pie que se la rebusca todos los días, el policía o militar que todos los días arriesga su vida por el país, el empresario que da empleo y mueve la economía, hasta los cientos de colombianos —y en especial los más jóvenes— que buscan un mejor futuro y mejores oportunidades: cada uno tiene la capacidad de ser parte del cambio.
Al final, como dejó Marcela Torres: controlamos lo que controlamos, y al final esto puede ser mucho.
Fueron muchas más las enseñanzas y momentos top de este evento, todos igual de valiosos. Pero para no hacer este post interminable, resumo lo que fue mi experiencia y visión más sincera, porque sin duda todas fueron enseñanzas que dejan huella.
¡Hasta la próxima!
💛💙❤️